Bolo Blas

Bolo Blas: “Internet nos extrema a la subnormalidad»

Durante nuestro paso por la tercera edición de Art&Breakfast tuvimos la oportunidad de conocer a un sinfín de artistas, cada uno con su particular estilo y visión del arte. Lejos del arquetipo de artista que pretende alcanzar el gremio nos encontramos con Bolo Blas, “un tío de 30 años que vive con sus padres y que ni estudia ni trabaja”, como él mismo se define. Sin pretenderlo, este toledano ha acabado en el mundo del arte y la cultura española cibernética gracias a Internet y la difusión de su obra en el libro #MuseumOfMotherArt, que ha llegado a los puestos de venta del Museo Reina Sofía de Madrid. Con Tumblr como referente artístico, no pretende alzarse como artista, se conforma con una vida normal trabajando en Lidl o Dia. Pero para suerte o condena de Bolo Blas, su trabajo (o entretenimiento según él), ha terminado por llevarle a formar parte de la nueva corriente de anti-artistas de la era digital.

¿Llamarte Bolo Blas es una manera de respaldarte en un personaje con el fin de da conocer tu particular visión del mundo?

No realmente. Vivo en Internet y me encanta Internet, pero también le tengo manía por lo que Internet ha hecho con nuestra mentalidad. Hacerte una doble personalidad e intentar aparentar la perfección y  que todo va bien. Si que es verdad que alguna vez he sentido que se me desdobla la personalidad, pero tu personaje de Internet no es como realmente eres.  A veces parece que tengo que ser más antipático, pero soy un tío normal. Hay gente que me conoce  por Internet y que cuando me conoce en la realidad se ha podido llevar una decepción.

¿Te consideras un producto de Internet?

Soy un producto hecho en Internet y para el consumo de Internet. Me gusta ver la velocidad a la que va todo en Internet, y todo lo que yo hago es temporal. Ahora puede parecer guay y después una mierda. De hecho si no me parece una mierda en un tiempo significa que algo estaré haciendo mal.

¿Internet es un avance o un retraso para la sociedad?

Internet empezó como un favor a la sociedad porque era como una especie de medio de comunicación por el que podías estar hablando con todo el mundo y ser lo que no puedes ser en la vida real a través de chats o foros.

Ahora, desde las redes sociales, hemos ido al lado contrario. Tu imagen va ligada a tu personaje. Debes ocultar todo lo feo y oculto que puedes tener. Ahora todo debe ser perfecto. De alguna manera nos desinhibió en un principio y ahora nos extrema a la subnormalidad que tenemos con nuestra imagen o la imagen que queremos que se tenga de nosotros. Nos estamos obsesionando con la perfección y nos estamos frustrando viendo cómo todo el mundo tiene una vida perfecta, o así te lo muestra, y tú pretendes alcanzar ese nivel. Te acabas creando una frustración contigo mismo.

El éxito te llegó con la publicación de tus creaciones en el libro  #MuseumOfMotherArt,  que ha llegado a estar a la venta en el Museo Reina Sofía. ¿Qué crees que llamó la atención en tu obra?

Siempre me dicen que llama la atención porque de una cosa muy simple como un florero o una pared con gotelé, he acabado sacándole el encanto. Sé que es diferente y marginal, en cuanto a que es algo que va a llamar la atención de un público reducido. Cuando quieres tener una selección diferente debes buscar otro tipo de cosas y obras.

¿De qué manera influye tu entorno, ya sea el pueblo, la familia o amigos, en tu trabajo?

El libro #MuseumOfMotherArt está relacionadísimo con el pueblo y mi casa. Si no hubiese vivido en este sitio durante tanto tiempo no lo hubiera hecho. De alguna manera cuando vives tanto tiempo en un sitio le acabas viendo el encanto. Normalmente saco mucho provecho del patetismo y cuento las cosas como son.

Bolo Blas
Fuente: Facebook Museum of Mother Art

A pesar de tu rechazo a las redes sociales estás presente en ellas. Tanto de manera directa a través de Facebook como en la difusión mediática de tu imagen y trabajo. ¿No contradice esto tu forma de pensar sobre las redes sociales? ¿Estás por presión social?

Al final todo lo que odio se acaba volviendo a favor de mí. Por ejemplo, el mundo del arte me parece muy pretencioso, pero al final acabo metido aquí. Las redes nos atontan mucho, pero estoy en ellas de alguna manera, no de la más normal, pero sí que participo. No creo que este por presión social, es algo psicológico.

Ayer nos comentabas que te pone nervioso ver a los youtubers hablando a la cámara sin esperar respuesta. Pero tú tienes un canal de Youtube (Bolo Blas TV) en el que en ocasiones reproduces un pequeño diálogo. Entonces, ¿en qué se diferencia del resto? 

En los canales de Youtube siempre aparece gente que parece que te va a contar cosas interensantísimas. Yo simplemente hago vídeos en los que hablo mal de mí y soy realmente patético. Por ejemplo, no me parecería bien hacerme youtuber de arte y hablar de las obras de otra gente. Con esto de Internet tenemos una mentalidad de que nuestra opinión de mierda es super importante. En Internet está muy normalizado ser un hater sobre cosas que no se atreverían a criticar en la vida real o decir a la cara. A veces la gente me dice “te jodes porque te has expuesto”, pero esa no es la mentalidad. El hecho de que aparezca en un vídeo no debe dar pie a eso. No estoy haciendo nada para que esas personas me ataquen.

Sinceramente, ¿esperas ganar dinero con tu trabajo actual o ya estás trazando un plan B?

Estaría bien ganar dinero, pero tengo plan de tener un trabajo normal y si tengo la oportunidad de entretenerme haciendo otras cosas, genial. Echaría currículums en el Día o Lidl. Sobre esto hay gente que me ha preguntado simplemente por el hecho de conocerme por Internet  si no me da la “bajona” por trabajar allí y la verdad es que no, es un trabajo que da dinero. No hay que verse en un status superior, que es algo que suele darse mucho en el mundo del arte.

 

 

 


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