Dunkerque

Dunkerque: una lucha emocional por la supervivencia

Tras tres años de sequía cinematográfica, Christopher Nolan ha vuelto a la gran pantalla con Dunkerque, un film con el que el director se adentra en el género bélico para relatar uno de los acontecimientos más sonados de la Segunda Guerra Mundial, el milagro de Dunkerque y la Operación Dinamo. A pesar de las críticas por parte de varios medios de comunicación sobre la falta de contexto en cuanto a la aportación del bando francés , Nolan ha creado una película que destaca por su excelencia técnica y que ya se sitúa entre las mejores del género.

La historia se sitúa en Dunkerque, al norte de Francia, cuando a comienzos de la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán acorraló a más de 300.000 soldados aliados esta ciudad portuaria. En concreto, la trama desarrolla la defensa del bando aliado ante la ofensiva nazi y la posterior evacuación del ejército inglés llevada a cabo por embarcaciones de civiles y una flota de destructores, más bien conocida como Operación Dinamo.

En esta nueva producción, Nolan crea una auténtica experiencia sensorial entorno al terror de la guerra en la que los protagonistas indiscutibles a nivel técnico son el sonido y la imagen. En más de una ocasión, los efectos sonoros llevan el combate a los oídos del espectador, capaz de sobrecogerse ante la potencia de la grabación real del sonido de los spitfires (cazas del ejército británico) o los bombardeos en las embarcaciones. Además, a la ambientación se une la majestuosa banda sonora de Hans Zimmer, que ayuda a transmitir una abrumadora sensación de soledad, desesperación y sobre todo tensión, gracias a la incorporación del tic-tac de un reloj que acelera el ritmo de la película.

En cuanto a la imagen, destaca la composición y la calidad de los planos, que lejos de retratar escenarios sangrientos o mostrar de forma directa al enemigo, se centra en las expresiones de horror y desesperación de los soldados ingleses ante la proximidad de los continuos ataques del ejército alemán.  A nivel visual destacan sin duda las impresionantes escenas aéreas de combate (dogfight) filmadas y coreografiadas al milímetro, además de las secuencias de “casi rescate” en el espigón, en las que se podía apreciar el amplio despliegue de extras para el film.

Dunkerque
Fuente: IMDB

Un relato de la guerra en Dunkerque con escasos diálogos y cuyo guión lleva la marca de Nolan, pues ofrece una visión del mismo acontecimiento desde varios puntos de vista y en diferentes líneas temporales. Una película que se aleja del esquema del género bélico para centrarse en el aspecto emocional y el de la supervivencia. En la crudeza y el desgaste físico y psicológico de la guerra, pero que también sirve de homenaje al valor y a la solidaridad de los cientos de civiles ingleses que se lanzaron al mar para rescatar a sus héroes particulares.

A mitad de año, la película ya suena como una de las favoritas para los premios Oscars. De cumplirse las previsiones, Dunkerque podría ser una firme candidata a arrasar en las categorías técnicas y Christopher Nolan aspirar a su primera nominación como Mejor Director.

Habrá que esperar al resto del calendario cinematográfico para comenzar con las apuestas.

 


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