Seguramente su nombre te suene, sobre todo desde los últimos meses. Su trabajo creativo para El Mal Querer de Rosalía ha recibido el reconocimiento y aplauso de fans y desconocidos. Como suele ocurrir, no reconocemos el talento nacional hasta que llegan otras personas y nos lo hacen ver, o lo convierten en mainstream. Sin embargo, más allá de Rosalía, la obra de Filip Custic es el resultado de años de creación y desarrollo de lo que ha denominado como “objetismo”, a través del cual aporta significado a objetos a partir de sus vivencias y aprendizajes, y que ha llegado a desarrollar para marcas como VOGUE, Gucci, Esquire o Palomo Spain.
Con el hombre y los avances tecnológicos como temáticas principales, La Térmica acogerá a partir del 22 de marzo la primera exposición individual de Filip Custic, Homo-?, donde el artista explorará la evolución humana a través de los aprendizajes tecnológicos del pasado para conocer un futuro utópico.
¿La raza humana evoluciona o involuciona?
La generación actual está contaminada por estigmas mentales y sociales, pero hay un núcleo humano que está elevando su conciencia que no sé a largo plazo a donde va a llevar. Pero que me motiva ver que hay un entorno que trabaja la evolución de la conciencia.
El humano al final por mucho que le nuble el ego y los conflictos en el presente, si miramos una retrospectiva a largo plazo, ha habido una evolución. Como se le da tanta voz a lo negativo, yo quiero esforzarme en dar mucha voz a la elevación de conciencia para que la gente no se piense que el futuro es tan catastrofista. Ahora la gente piensa: “Oh Dios mío, Trump”, “Oh Dios mío, Vox”, “Oh Dios mío, la censura”. Pero al mismo tiempo la gente está estudiando quién es, observando su espíritu, planteando nuevas cuestiones al exterior.
A través de mi creatividad quiero que la gente aprenda algo que le guste y que les aporte conversación interna. Por eso yo quiero proyectar al humano como una persona que va a llegar lejos.
¿Qué novedades has incluido en tu propuesta artística para La Térmica?
La obra la va a completar el espectador. Es un trabajo fotográfico. Voy a trabajar la tecnología, el 3D, la fotografía va a ser animada y en pantallas. Pretendo coger el formato de pintura de cuadro e integrarlo en la pantalla, porque la pantalla puede dar movimiento al cuadro. Quiero esa fusión.
¿Has pensado en extender tu proceso creativo a otras áreas?
Yo empecé trabajando en moda porque tenía mucho prejuicio con el mundo del arte. De toda la vida nos dicen que es “imposible” o que es difícil, pero si eres constante, paciente, te mantienes en equilibrio y no te nublas con tu ego, realmente puedes conseguir lo que quieras.
Desde pequeño siempre me ha gustado el arte, pero por estos estigmas me introduje en la creatividad a través de la moda, porque creía que tenía mas cabida o que era más fácil. Pero la moda es capitalista, y a mí me gusta hacer cosas que duren en el tiempo, no que duren 6 meses. Yo hago un editorial y la gente lo consume, pero me gusta que la gente cuando vea algo que yo hago, se quede parado y sea contemplativo. Y eso en la moda no tiene cabida. Eso aparte de los clientes, que te condicionan.
En el arte me siento más libre, porque es donde mejor encaja mi discurso. Además de la música, como he hecho con Rosalía, porque la música es hacer tangible el sonido. Es decir, el sonido yo me lo imagino de una forma y cómo darle esa forma en ese plano. Por eso ahora mismo estoy en arte y en música.
Tras el boom de Rosalía, ¿has recibido propuestas de otros artistas?
Todos los días. Hasta de cantantes potentes. Pero mi intervención en la música quiero que nazca de dentro, que no sea como un cliente. Como ha pasado con Rosalía, porque me inspira y veo que vibro con su discurso. Me ha escrito gente muy interesante pero… Si fuerzo, no va a salir. Prefiero ser impecable con lo que siento.
¿Tu manera de presentarte ante el mundo forma parte de tu filosofía artística?
Puede. Me siento un comunicador con mi cuerpo. Es un templo que comunica el interior y me gusta comunicar en el exterior lo que siento en el interior. En mi fotografía cada objeto significa una cosa porque estoy comunicando un aprendizaje interior.
En Instagram reproduces tu arte y pides feedback del público. ¿Qué tipo de comentarios o reflexiones te han llegado sobre tu obra?
A veces comunico directamente la simbología que yo he pensado y otras veces pregunto qué despierta en la gente lo que he hecho. Muchas veces me cuentan cosas que yo he interpretado de otra forma, pero que realmente es la misma idea y el mismo aprendizaje. Me nutren y me llenan, me hacen entender más de lo que soy. Porque al final todos somos un reflejo de una parte de nosotros, me lo estoy diciendo a mi mismo a través de otra persona.
¡No te pierdas la próxima performance de Filip Custic en el Absolut Manifesto el 1 y 2 de febrero!
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