Nanette

Nanette: porque una historia personal puede ser de todos

«¿Sabéis por qué tenemos los girasoles? No es porque Vicent van Gogh haya sufrido. Es porque Vicent van Gogh tuvo un hermano que lo quería. Y durante todo su dolor, tuvo un cable, una conexión con el mundo. Y ese es el centro que necesitamos en la historia. Conexión.»

Hannah Gadsby. Tasmania. 1978. Comediante. Lesbiana. Cansada de las etiquetas. Así conocemos a Hannah, por un nombre, un apellido y otras cualidades. Pero Hannah es mucho más que eso: En el monólogo Nanette nos cuenta su historia; sin filtros y atravesando tres estados de ánimo: la risa, la tristeza y la ira.

Hannah se vale de esta tríada para relatar su pasado y su presente, y para sembrar las bases de su futuro, en el que su historia no sea la historia de todos aquellos que son diferentes, sino que sea algo que ya pasó, que quede como anécdota de lo que fuimos y no queremos ser.

En Nanette, Hannah conquista a través de la risa, de la burla hacía situaciones para ella cotidianas, como las veces que le han confundido con un hombre, o como la vez que un chico se pensó que era otro chico y que estaba intentando ligar con su novia, etc.

Gadbsy nos habla de cómo las etiquetas marcan la sociedad, de lo duro que fue crecer en una ciudad tan religiosa y conservadora como Tasmania, de las relaciones con su familia y de cómo todo ello ha dictaminado su vida y su forma de encajar en el mundo, incluso dentro de su propio colectivo, “mi gente” como ella les llama.

Nanette
Fuente: FilmAffinity

El humor se va desvaneciendo y deja entrar en escena a la tristeza, sobre todo cuando Hannah nos va mostrando como usa esa risa como mecanismo de escape, como forma de huir y de esconder su propia realidad. Una realidad en la que no encaja, en la que no siente que pertenezca a ninguno de los roles programados por la sociedad y cómo eso ha impedido su pleno desarrollo personal. Esta situación lleva a Hannah a cuestionarse su papel como comediante.

“Aprendes de la parte de la historia en la que te concentras”. Con esta introducción, Hannah nos habla de cómo la comedia se ha convertido en una forma de esconder su dolor, su rabia y la vergüenza y odio que siente hacia sí misma. Cómo se ha centrado en la parte cómica y ha obviado los detalles reales, los dolorosos y cómo eso ha marcado su forma de enfrentarse a dichas situaciones y a su día a día. Esta infinita tristeza que Hannah esconde a través de la risa, finalmente se transforma en ira, en rabia.

Nanette
Fuente: FilmAffinity

“Si destruyes a la mujer, destruyes el pasado que representa”. Con esta frase de Picasso, Hannah revela su enfado hacía todos aquellos que se empeñan en calificarnos, aquellos que creen que tienen poder para hablar de nosotros, o incluso para decidir sobre nosotros. Pone el foco en cómo la historia del arte y los artistas han relegado a las mujeres a objetos sirvientes a su propósito, y cómo esto anula a la mujer.

El final del monólogo Nanette de Hannah es doloroso, tanto para ella como para todos los oyentes, la verdad sobre ella y su amargura queda latente en esta parte. Acaba con un mensaje de valor, que anima a la gente a estar conectada y a alzar la voz y descubrir lo importante que son estas conexiones, porque historias como la suya no deben quedar silenciadas, deben ser compartidas para que todos nos sintamos menos solos.


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