De nuevo Málaga vuelve a tener un evento cultural y artístico en sus calles, en este caso Art Fair Málaga ha llenado dos de los pabellones con los que cuenta el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Más de 500 artistas y 40 galerías que han ocupado más de 7000 metros cuadrados durante el 30 de junio, 1 y 2 de julio.
Tanto la promoción previa como el balance a posteriori de la feria estuvo y está basado en la numerología. Grandes cifras como reclamo de una feria que sin duda se ha configurado como un horror vacui de obras en el que pocas propuestas o artistas destacaban entre la gran masa expositiva. Art Fair Málaga se vendía como la segunda feria de arte contemporáneo más grande de España, justo por debajo de ARCO, y quizás por extensión y cantidad sí que puede ocupar esa segunda plaza, pero por calidad, habría que discutir y recapacitar sobre ello.
Muchas de las propuestas contaban con obras que perfectamente podrían haber sido sacadas de una tienda de decoración asiática (sin desmerecer a las tiendas asiáticas) o alternativas artísticas de un gusto discutible, como fueron los dos ferraris decorados con obras de Picasso. Pero bueno, no todo va a ser malo. Propuestas como las esculturas aéreas de forja de David Moreno de Acquire Fine Art, las obras acrílicas del «impresionismo abstracto» de Enrique Benito Soler o los negativos de las películas ortocromáticas de Estela García, destacaban positivamente.
Si atendemos al tipo de obras expuestas, el predominio casi absoluto estaba copado por la obra pictórica en diferentes soportes, seguida de esculturas y en una menor medida, casi anecdótica, la fotografía. La mayoría de expositores eran del territorio español, aunque también encontramos artistas y galerías de otros países, como podrían ser Portugal, Alemania, Canadá, Italia, Brasil, Rusia, Venezuela o Australia, entre otros.
Además de las propuestas puramente expositivas y comerciales, el evento estuvo complementado por una serie de charlas y conferencias con invitados de la talla de Miguel Herrero, María del Carmen Ampiée, Eva González Lezcano, Javier Artero o Reyi Pérez.
Según el balance, un 35% de los expositores han generado ventas, y por las visitas recibidas no cabe duda de que el evento ha despertado el interés de los malagueños, que se han acercado a la Feria superando la cifra de 12.000 visitantes.
Aunque el inicio de Art Fair Málaga ha sido discutido en cuanto a calidad, resulta positivo que este tipo de eventos se posicionen en una ciudad que apuesta por la cultura, y que aspire a convertirse en el inicio de una feria más asentada y con obras de calidad superior a las de esta primera edición. Quizás un pequeño filtro de cara al próximo año sea un punto a considerar, pero ya se vería si a la organización le cuadran o no los números.
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