La fotografía, el arte de luces y sombras que consigue llegar al público con la captura de un solo instante. Atrapando una realidad que nos hace viajar a otro mundo, a otra época, a otra vida. Erich Lessing, uno de los grandes de la fotografía periodística, falleció el pasado 29 de agosto a los 95 años, dejándonos un gran número de fotografías periodísticas y artísticas. Alrededor de unas 60.000 fotos.
En su obra, podemos ver la cara más real y dura de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, haciéndonos sentir en sus fotografías el miedo, la desesperación, la confusión que se vivía en ese momento. Además, nos enseña la cara más humana de uno de los momentos más duros de la humanidad.
Erich Lessing vivió de primera mano lo que fue la Segunda Guerra Mundial, creció en el seno de una familia judía, viéndose obligado a emigrar, y a escapar a lo que se conoce hoy en día como Israel. Aunque él consiguió salir del infierno que se vivía en Austria, otros miembros de su familia como su madre no tuvieron la misma suerte. Ella se vio obligada a permanecer en Viena, y falleció posteriormente en los campos de concentración de Auschwitz.
Estas experiencias le hicieron ver el mundo desde otra perspectiva, enseñándonos en cada una de sus fotografías una visión crítica, humana, cercana e impactante. Una vez terminada la posguerra, cubrió eventos políticos en el Norte de África y en Europa, además de hacer reportajes sobre los inicios del periodo comunista en la Europa del Este.
Aunque cada una de sus fotografías sean únicas, caben destacar sus imágenes de la revolución Húngara contra la ocupación soviética de 1956, que nos revelan la esperanza y la euforia del ambiente que se vivía en ese momento, y que más tarde se convertiría en el dolor de la brutal represión.
Años más tarde, en los sesenta, empezó a experimentar con otros temas y formatos, pasándose a la fotografía a color y a imágenes de gran formato. Cambio su sujeto de captura, pasando de las personas a la cultura, el arte y la música.
Erich Lessing es uno de los fotógrafos más reconocidos del mundo, falleció dejándonos un gran legado de fotografías que nos enseñan su visión más personal. No podemos olvidar que él mismo se consideraba un testigo de su obra más que un narrador, y es lo que nos ha dejado en sus imágenes. La dureza vivida desde dentro, permitiéndonos tocar, sentir, experimentar las historias que contaban sus personajes.
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