Una vez más, el feminismo ha vuelto a ser objeto de la mofa e ignorancia de quiénes son incapaces de ver más allá de sus intereses. En esta ocasión, la polémica ha salido a la luz gracias a un tuit del youtuber Jedet, en el que critica irónicamente el diseño de una de las camisetas de la firma Green Coast, a la venta en El Corte Inglés y que ya ha sido retirada de la web. En la prenda aparece la palabra «feminist», a la que se ha tachado «fe» para añadir el término inglés «fun» (divertido), hasta crear la palabra «funminist».
¿Realmente esto era necesario? La respuesta es sencilla, NO. Sobre todo si tenemos en cuenta que la palabra no tiene ningún sentido y brilla por su ambigüedad. ¿Qué pretende transmitir la marca con este mensaje? Para todas aquellas que intentamos difundir y visibilizar el auténtico significado del movimiento feminista en la sociedad no resulta una tarea sencilla. Y estas acciones no ayudan a ello. Ni mucho menos busca ser «divertido», solo pretende concienciar. La defensa del feminismo se ha convertido hoy en día en un enfrentamiento personal más que en una conversación reveladora.
https://twitter.com/princejedet/status/869491899148709892
Una consecuencia directa de los prejuicios inamovibles de la sociedad con respecto al movimiento, y a las etiquetas erróneas creadas (con o sin intención) por diferentes empresas de moda, que parece que se han sumado al carro del feminismo como reclamo de ventas. Sin entrar en el debate sobre si resulta ético o no promocionar el feminismo a través de la moda, lo mínimo que se podría hacer es difundir un mensaje fiel a su propósito: la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres.
A través del término «funminist» y el color rosa de la camiseta se está menospreciando un movimiento que resulta fundamental en la sociedad actual para defender e impulsar el papel de la mujer. Por ello, resulta incomprensible la justificación de muchos/as al sostener que se trata «de una simple camiseta», sin ver lo que se esconde tras el significado de un mensaje repleto de clichés y tachando a las defensoras del movimiento de «exageradas».
El feminismo que muchos critican es ese que intenta defender, proteger y protestar ante el abuso del heteropatriarcado, que se ha cobrado la vida de tres mujeres el pasado fin de semana. El mismo que nos critica, sexualiza y discrimina.
Dicho esto, ¿dónde esta la gracia?
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