No siempre abrirse camino en el mundo empresarial es fácil, es más, diría que nunca lo es, y en ésta caso Sophia Amoruso es un ejemplo de ello. Al más puro estilo El diablo viste de Prada, GirlBoss está producida por la propia empresaria, Charlize Theron y Christian Ditter. Narra el duro camino que tuvo que recorrer la protagonista para alcanzar el éxito.
Con una personaje que, sin duda, es el punto fuerte de la historia, Britt Robertson encarna a Sophia, una chica sin dinero ni medios para poder pagar su alquiler. Con un carácter a veces insoportable, áspera y ruda, rozando y alcanzando la mala educación, pero con una ternura escondida que vamos descubriendo al avanzar la historia.
Con cierto aire nostálgico, la historia se enmarca en unos bien recreados 2000s. Ebay y MySpace estaban pegando fuerte y es ahí donde ella encuentra la oportunidad de revender ropa vintage. Es interesante y curioso cómo saca partido a ésta plataforma y a la ropa, que a pesar de ser vintage, no le tiembla el pulso para modificarla y así poder venderla más fácilmente, creando finalmente su propia web y negocio.
Girlboss presenta el mundo de la moda, las rivalidades, los foros virtuales y cómo, al más puro estilo de los ahora influencers, ya en el año 2006, se las ingenia para hacer sus productos más atractivos.
La serie cuenta con un ritmo ágil aunque a veces hay ciertos capítulos en los que se ralentiza, quizás con la intención de que profundicemos en la personalidad complicada de la protagonista, que con un carácter difícil y con cierta incontinencia verbal, le lleva a tener problemas con compañeros o amigos.
Con el humor propio de la escritora, también autora de Dando la nota, la historia avanza de forma divertida y, sin duda, tanto por la duración de los capítulos como por la historia, Girlboss se plantea como una nueva propuesta atractiva de Netflix que os animamos a ver.
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