Los datos lo avalan. Juego de Tronos, la ficción de HBO basada en la saga de novelas Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, se reafirma como una de las series más seguidas y aclamadas a nivel mundial. Después de un año de espera y siete episodios que nos han sabido a poco, la séptima temporada de Juego de Tronos ha llegado a su fin batiendo récords de audiencia. Según la cadena estadounidense, el último capítulo de la penúltima temporada ha reunido frente a las pantallas a un total de 16,5 millones de espectadores, sin contar las visualizaciones ilegales. Fans de todo el mundo han asistido al desenlace de la penúltima temporada de la serie.
En comparación con el inesperado y apoteósico final de la sexta temporada, este último episodio titulado El dragón y el lobo, recupera la esencia geo-política de Juego de Tronos reuniendo por primera vez en un mismo escenario a los protagonistas de los diferentes bandos. A lo largo de los primeros cuarenta minutos del capítulo en Poniente, entre los personajes planean las acusaciones, reproches y cuentas por saldar, hasta culminar en un pulso dialéctico entre Jon Snow, Tyrion, y Cersei Lannister, con el fin de alcanzar sus propios intereses.
Durante los cuarenta minutos restantes, los creadores de la serie, David Benioff y D.B. Weiss, relatan el resto de tramas alejadas de Poniente en las que han sabido jugar con el factor sorpresa. Sino que se lo digan a Meñique, protagonista junto a Arya y Sansa Stark de uno de los mejores momentos del episodio y el más deseado de toda la serie. Por encima incluso del shippeo entre Jon Snow y Daenerys Targaryan (Jonerys) y la revelación de la auténtica identidad de Jon, que no resultaron ser tan efectivas como se imaginaba, y la entrada del Rey de la Noche junto a sus secuaces, que nos deja con el corazón en un puño. ¿Tormund, DONDE ESTÁS?
En definitiva, este episodio pone el broche de oro a una temporada en la que ha predominado la acción y espectacularidad visual, y que ha servido para presentar a los personajes en sus nuevas alianzas de cara a la Gran Guerra contra Los Caminantes Blancos. Ni las filtraciones de dos de los capítulos, las críticas a algunas líneas argumentales un tanto surrealistas (más que el propio argumento de Juego de Tronos), o las elipsis narrativas en los viajes ultrasónicos de los protagonistas han ensombrecido una temporada con un marcado carácter femenino, en la que (por fin) las mujeres han llevado el timón político en los Siete Reinos. Una séptima temporada que ha tenido como objetivo preparar los ingredientes para cocinar a fuego lento el épico final.
Lamentablemente tendremos que esperar hasta 2019 para la octava y última temporada de Juego de Tronos, de la que ya conocemos que tendrá seis episodios que superarán incluso los 80 minutos, y que quizás vuelva a rodar en otros rincones de nuestro país, como ya ocurrió en País Vasco o Sevilla. Tras el final de la temporada, los fans de la serie se han lanzado a las redes sociales a llorar y lamentarse por la espera. Pero para contener el ansia viva, el equipo de Juego de Tronos ya ha sacado a la luz el proyecto, «The Game Revealed» , siete capítulos que ilustrarán el behind of the scenes de esta temporada. El primer episodio ya ha salido a la luz y el resto estarán disponibles para los clientes en todas las plataformas de la cadena HBO cada lunes.
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