“De tanto soñar me olvide de dormir”. Un lema que hicieron realidad miles de personas que se acercaron un año más hasta el casco histórico de la ciudad para vivir uno de los eventos culturales más concurridos del año, La Noche en Blanco 2017. En esta nueva edición se celebró el décimo aniversario de este acontecimiento, con más de 200 actividades en casi un centenar de espacios, y muchas otras novedades más.
Este año la temática del evento giró en torno al mundo de los sueños, que convirtió los principales espacios culturales y convencionales de la ciudad en paisajes oníricos, a través de actividades que revelaban experiencias relacionadas con los sueños y recuerdos. Además, como novedad, el evento comenzó a las 19:00, una hora antes que en otras ediciones, y se alargó hasta las 02:00 de la madrugada, por lo que los visitantes pudieron disfrutar de una amplia oferta multicultural durante más de seis horas.
En los principales museos y galerías de la ciudad se concentraron casi setenta propuestas de todo tipo de disciplinas artísticas. En el Museo Ruso, la familia Romanov, Pedro I El Grande, Catalina II y Nicolás II cobraron vida, mientras que en la Fundación Picasso, los padres del artista invitaban a pasar a los visitantes. En las puertas del Thyssen, familias enteras hicieron cola para disfrutar de “La Nochecita en Blanco”, otra de las novedades de esta edición, que ofrecía más de una decena de actividades destinadas a los más pequeños. Al CAC acudieron más de siete mil personas durante toda la noche para conocer a los premiados del MalagaCrea 2017 y escuchar el recital poético Soñarte, además de la danza en Sueños soñados, entre muchas más. Y mil globos blancos “moleculaires” daban la bienvenida a los que se acercaban al Pompidou.
También hubo lugar para la música, desde la más clásica a lo más actual. El violinista Jesús Reina fue el encargado de inaugurar La Noche en Blanco en el Palacio Episcopal, hasta que los primeros acordes llamaron a las fans para acudir al concierto de Álex Ubago en la plaza de la Constitución. La noche prosiguió con los versos del rap de Eskarnia en las inmediaciones del Thyssen y la Semifinal Red Bull Batalla de los Gallos en el Puerto. Además del concierto de piano frente a la catedral, el coro góspel frente al Teatro Romano de C/Alcazabilla y las sesiones dj’s de Candilejas.
Pero sin duda, lo que más llamó la atención de malagueños y turistas fue la Caja sensorial. Sueños, situada en la calle Molina Larios. El primer espectáculo visual y sensorial al aire libre que tiene lugar en España. Creado por el artista venezolano Isaac Dospuntos, esta propuesta ocupó el tramo entre la Catedral y el hotel Málaga Palacio para crear un espacio totalmente oscuro rodeado por cinco escenarios en los que aparecían diferentes alternativas artísticas: un violinista, un bailarín clásico, una flamenca, un coro y una voz lírica. A través de la música, las actuaciones, los olores y las proyecciones en la Catedral, el espectador vivía una experiencia en la que tenían cabida todos los sentidos.
Si por algo ha destacado la décima edición de La Noche en Blanco ha sido por el acierto de cada institución artística a la hora de plasmar la temática de este año, presente en las diferentes propuestas y en la decoración de todas las calles. Los malagueños trasnocharon por un buen motivo y se dejaron llevar por el mundo de los sueños con un único fin: el disfrute de la cultura de manera colectiva.
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