Hay miles de situaciones en el mundo que desconocemos, ya sea por nuestra ignorancia o desinterés. Pero muchas veces, debemos hacer un ejercicio de reflexión y consciencia para darnos cuenta que estamos aquí por muchas más razones, y que podemos hacer mucho más de lo que estamos haciendo. Malayaka House es el resultado de uno de estos momentos en los que la realidad te da un golpe.
Robert Fleming, después de afrontar uno de esos golpes de realidad, fue quien tomó la decisión de comenzar un cambio en Uganda. Un país azotado por la pobreza, la desigualdad, la falta de educación, la mala calidad de la sanidad y la corrupción política. Un país donde los mayores afectados son los más inocentes, los niños.
En 2005, Malayaka House vio la luz y empezó su labor por mejorar en todo lo posible esta realidad que vivían los menores. Una organización humanitaria, donde la principal labor es ofrecer un hogar a niños desamparados y olvidados, dándoles una segunda oportunidad y haciendo que ésta sea mucho más provechosa. Ofrecen comida, educación, alojamiento y mucho amor. En resumen, les ofrecen un futuro.
Pero para poder financiar este proyecto se necesita ayuda externa. Los principales puntos de recaudación de fondos son Estados Unidos, España y Alemania, donde se hacen la mayor parte de actividades benéficas. En este caso, nos situamos concretamente en Málaga, en el instituto IES Belén, donde se organizó un concierto benéfico el 21 de diciembre con una entrada simbólica, en el que participaban profesores y alumnos en conjunto.
Gracias a este tipo de eventos se logra concienciar a la población de los problemas que existen y de cómo se pueden mejorar, además de ayudar directamente en esta labor. Por eso es tan necesario darle la mayor visibilidad, de una u otra forma. Sobre todo, cuando estas organizaciones no son mundialmente conocidas y tienen un alcance menor.
En Malayaka House están esperando abiertamente a todo aquel que quiera ofrecerse como voluntario durante un periodo de tiempo determinado. En aquel lugar, todo tipo de ayuda es necesaria, y cuantas más personas y recursos estén implicados, a mayor numero de niños y adolescentes se les puede dar una esperanza en sus vidas.
LA LA SALAMAA NA MALAYAKA
En Uganda para desear felicidad y paz se dice “La la salamaa na malayaka”, traducido literalmente como “duerme con los ángeles”. Por eso, todo niño que se consigue rescatar de ese estado de vulnerabilidad se lleva a Malayaka House, la casa de los ángeles.
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