OTR II

The Carters reciclan sus hits de éxito en OTR II

El puntero del reloj del Estadio Olímpico Lluís Companys marcaba las 21:25 horas cuando las pantallas del inmenso escenario cobraron vida al ritmo de los acordes de un órgano. “This is real life” rezaban los gigantescos paneles leds cinco minutos antes de lo previsto. A más de uno le sorprendió a las puertas de acceso del estadio, por donde se veían a ciertos de personas bajar a toda velocidad para no perderse ni un detalle del evento del año en nuestro país, el concierto de Beyoncé y Jay-Z dentro de su gira OTR II. Un espectáculo que reunió a más de 50.000 personas para ver a la diva y al rapero juntos de nuevo tras la supuesta infidelidad de Jay-Z que, por lo que parece, está superada. O de eso intentaron convencernos.

En las enormes pantallas se sucedieron una serie de imágenes de The Carters en Jamaica a un ritmo frenético: persecuciones en motos, Jay-Z cruzando la cara a uno, una habitación forrada en dólares, The Carters dándose arrumacos en la cama, arrestos policiales, Beyoncé huyendo… ¡LOS MELLIZOS!  Y con ellos otro mensaje: Love never changes. Love is universal. Para cuando el público estaba asimilando esta última imagen, dos cruces aparecieron en la pantalla y Beyoncé y Jay-Z entre ellas. En las alturas, como bajando del mismísimo cielo a dar a las masas lo que querían: puro espectáculo para los sentidos.

OTR II
Fuente: Beyoncé.com

Aunque seamos sinceros, este OTR II no ha sido una apuesta ambiciosa en lo que al repertorio se refiere. Coge el setlist de OTR I, añade algunas canciones de Lemonade y 4:44 y salpimenta con los mash-ups de la actuación en Coachella de Beyoncé y te quedará un espectáculo precioso y efectivo, pero que para la mayoría de los que nos congregábamos allí se nos quedó corto. Nada que ver con el brutal espectáculo de Beyoncé en su última gira, The Formation World Tour. Ni rastro de Everything is love, que seguramente se estrene en el tour americano.

The Carters, agarrados de la mano, iniciaron el concierto juntos con Holy Grail, seguido de On the Run (Part II) y la canción con la que empezó todo, Bonnie & Clyde. Un inicio bastante tranquilo para lo que la diva nos tiene acostumbrados, y que preparaba al público para las próximas dos horas y media de show non-stop que comenzaba con Drunk in love y Beyoncé subida a una grúa recorriendo la pista del estadio. Alrededor de 40 canciones se sucedieron una tras otra de manera caótica y sin dar descanso al público, y a veces, sin poder disfrutar al completo de canciones icónicas, ya que entre mash-ups e interludios, los temas apenas llegaban al estribillo.

Pero nada de lo dicho anteriormente pudo empañar el espectáculo que se vivió en Barcelona el pasado miércoles en OTR II. Beyoncé brilló como siempre (incluso más) cada vez que salió al escenario, mostrándonos que sigue dominando cada coreografía que se propone en temas como Diva/Everybody Mad, Formation/Run The World, Baby Boy y el éxito que levantó a todo el estadio, Mi Gente. Aunque donde estuvo realmente apoteosica fue en las baladas, con permiso de la brutal actuación de Don’t Hurt Yourself donde prácticamente devoró el escenario. En I Care y Resentment, Beyoncé se abrió en canal cantando al desencanto y el resentimiento en cada nota. ¿Algo que decir, Jay?

Sin embargo, la sorpresa de la noche la dio Jay-Z, que se estrenaba actuando por primera vez en España. A pesar de que prácticamente la totalidad del público acudía por la diva, el rapero revolucionó el estadio con sus rimas y nos trasportó por unas horas a lo que sería un concierto de hip-hop y rap en América. Durante todo el show, Jay-Z interactúo con los asistentes y se mostró agradecido por la increíble acogida en nuestro país. Cuando creíamos que el rapero era un mero telonero de Queen Bey, ofreció un repertorio con lo mejor de su trayectoria, con temas como On to the next one, FuckWithMeYouKnowIGotIt y 99 Problems, aunque sin duda la gran triunfadora fue Niggas in Paris, donde agitó a las masas hasta hacer saltar a los asistentes de pista y gradas. Mención especial merecen The Story of O.J con su increíble vídeo y Song Cry, donde todo el estadio se iluminó con teléfonos móviles.

¿Lo mejor de este OTR II? Family Feud y Upgrade U, donde el matrimonio sobrevoló las cabezas del público, además de la penúltima parte del concierto, en la que Jay-Z y Beyoncé interpretaron Deja Vú (YAS) y un mix de Show Me Got You Got y Crazy in love, que terminó con una soberbia interpretación de Freedom. Este podría haber sido un broche perfecto para el concierto, pero estamos hablando de The Carters, por lo que debían terminar por enseñarnos que han superado todo obstáculo y que siguen viviendo una vida de película, como mostraban las imágenes de Blue Ivy y los mellizos en la pantalla mientras sonaba una mezcla de Perfect y Forever Young. ¿Crisis y reconciliación reales o campaña de marketing? Nunca lo sabremos.

Lo que está claro es que Beyoncé y Jay-Z siguen siendo el referente de los espectáculos en directo en toda la industria musical, no solo por la envergadura de sus conciertos sino por su manera de difundir su vida personal. The Carters disfrutaron de su paso por nuestro país en este OTR II, y eso se pudo apreciar durante todo el concierto con la reacción de un público entregado al matrimonio más poderoso de la industria. Un hecho que puede abrir la puerta a que, en primer lugar, vuelvan a hacer una parada en España en un futuro (esperemos que cercano), y que en segundo lugar, otros referentes del rap y hip hop internacionales se animen a dar conciertos en nuestro país.


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