Pocas veces nos enfrentamos a series tan difíciles de clasificar como la que os venimos a presentar hoy, Room 104. Una serie que se localiza en una habitación de un hotel de América, en la que cada capítulo es una historia independiente, con personajes e historias diferentes, pasando del terror a la comedia o al drama. Pero siempre con la misma localización, la habitación 104 del hotel.
La serie propone al espectador algo similar a lo que ya hace Black Mirror, con cierta crítica social, aunque no llega al nivel de la producción británica. Durante los 25-30 minutos que dura cada capítulo no sabemos qué vamos a encontrarnos.
A medida que vamos descubriendo la trama de cada capítulo experimentamos inquietud e incertidumbre al no saber bien qué está pasando, hasta que aparecen en escena unos buenos plottwist o giros inesperados que hacen que todo cobre sentido.
La serie de los hermanos Duplass y HBO, que ya ha sido renovada por una segunda temporada, podemos entenderla como un compendio de cortometrajes que se aúnan en este proyecto común, unificado por la localización de la ya famosa Room 104. Por aportar una pequeña crítica constructiva, nos encontramos con una producción que, tanto a nivel visual como argumentativo, se hace un poco irregular, y pasa de epidodios sorprendentes como el capítulo 2 Pizza Boy, a otros poco destacables como The Knockandoo.
Lo que no cabe duda es que el planteamiento de la serie resulta interesante y llamativo. La intriga de no saber que verás es algo que llama al espectador a ver cada historia, aunque en ocasiones se llegue a perder ese nivel de apego con tramas y los personajes de las series que siguen un planteamiento más tradicional. Pero esa no es la baza de Room 104. El factor sorpresa de cada capítulo con sus tramas diferentes tramas será crucial para conocer hasta dónde llegará esta serie.
Ya conoces la habitación 104. Ahora, ¿te atreves a entrar? Cada huésped tiene una historia.
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