Día de la mujer

No celebres el día de la mujer

8 de marzo de 1911. Fábrica textil Triangle Shirtwaist. 123 mujeres murieron calcinadas ante la imposibilidad de salir del edificio. Sus patrones bloquearon las salidas con el fin de evitar posibles hurtos. Cada trabajadora acarreaba tras sus espaldas casi catorce horas diarias de confección por doce dólares a la semana. Ante semejantes condiciones, la protesta por sus derechos laborales se convirtió en un arma de doble filo. Éste es el origen del Día de la Mujer a nivel internacional.

Día de la mujer
Fuente: Bárbara Kruger

No nos engañemos. No es un día de celebración, sino una oportunidad para la reivindicación. El momento de homenajear a tantas mujeres que lucharon por alcanzar los derechos que les arrebataron durante años. Derechos de los que tanto tú como yo somos dueñas gracias a ellas.

Ese reconocimiento pasa por recoger el testigo de sus protestas. No cada ocho de marzo, sino los 364 días restantes. Es cierto que se han alcanzado metas que hasta hace poco eran impensables, pero no es suficiente. Porque la amarga realidad es que a la mujer se la sigue viendo como parte de la costilla de Adán. Víctima de ese patriarcado y machismo imposibles de superar sin arrastrar consigo prejuicios y efectos colaterales. Luchar por nosotras y aquello que nos pertenece no es sólo una cuestión de principios. Es dignidad. Es igualdad. Es justicia.

Día de la mujerTambién es cuestionar por qué cobramos un sueldo inferior al de los hombres por un mismo empleo, incluso cuando somos mayoría en las facultades y pasamos más horas en nuestros puestos de trabajo. Enfrentarse a ese techo de cristal que nos impide manejar los hilos de nuestras aspiraciones y sueños. Es superar cada día laboral dando el 100% de nosotras, aun sabiendo que al llegar a casa nos espera la dura tarea de ser el pilar sobre el que se sustenta la familia. Ya sea con o sin ayuda. Es combatir la violencia machista, esa lacra que se ha llevado por delante la vida de 16 mujeres en lo que va de año. Un machismo que nos insulta, nos juzga, nos opresiona y nos mata solo por ser mujeres. Nos queremos vivas.

Un machismo que está presente en la vida de cualquier mujer sin importar raza o estatus social. ¿Quieres argumentos? Pregunta a todas esas actrices destinadas a interpretar a la “madre/amiga/novia de” sin tener su propio protagonismo. O a las directoras y guionistas de cine que deben financiar sus proyectos porque a pocos les interesan las historias de mujeres. A las escritoras que tuvieron que esconderse bajo un pseudónimo o siglas. A las cantantes a las que les premian su físico y no su talento. O a las científicas, políticas y otras muchas mujeres ignoradas por la historia.

En este contexto es más necesario que nunca reivindicar el feminismo como un motor de cambio para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Unirnos todos bajo un mismo fin. Así que no felicites a las mujeres de tu vida este 8 de marzo. Únete a su lucha.

Porque la revolución será feminista o no será.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *