Aquellos que pagaban su gimnasio y nunca iban, ahora durante la cuarentena se proclaman #realfooder y #bodyfitness, siguiendo la nueva religión moderna, “El Patryjordanismo”, bajo el lema: TU PUEDES CON TODO. Y si, sabemos que puedes con todo, con toda tu despensa… Pero si eres fiel, Patry Jordan te adoctrinará para que sudes todo lo sudable y te conviertas en un adicto a plantarte delante de tu televisor/tablet/móvil a pegar saltos.
Si no perteneces a ese sector de la población probablemente seas el #gamer, el que ha generado en su habitación una realidad paralela de la que solo sale para alimentarse, ir al baño y/o en su defecto, ir a hacer recados. Tener tiempo limitado para jugar, el sueño de todo gamer.
Después están los nuevos #influencers, que son como los nuevos millonarios, que parecen ricos pero hay algo que chirría. Y ahí están, proporcionando en su Instagram contenido 24/7 (o 25/8 como diría Bad Bunny). Los directos, los timelapse haciendo yoga, los paso a paso de cómo teñir con lejía tus pantalones o enseñándote lo bien que baila en tiktok son los nuevos mandamientos en los tiempos del coronavirus.
O puedes ser la versión 2.0 de influencer, lo que ahora se llama #TikToker. Esa persona que reniega de Tiktok y que le parece una tonteria hasta que ha llegado la cuarentena y por puro aburrimiento (y por buscarse una cosa para entretenerse) se lo descarga y ahora no puede parar de hacer tiktoks. Ahora nos deleitan con la coreografía de Parris Goebel #Jlochallenge o graba a su perro preducha al ritmo de «no me quiero bañar, aquí cochino me voy a quedar».
O puedes también ser esa persona a la que la cuarentena LE ESTÁ SIENDO DE TODO, MENOS PRODUCTIVA. Si tranquilo, hay personas a las que este confinamiento no les está resultando ser todo lo productivo que les gustaría y es… NORMAL.
Necesidad de ser productivos
El virus nos ha hecho encerrarnos en casa e intentamos llevar un ritmo productivo como el que llevábamos antes, de ahí esa sensación de ver hiperproductividad en otros y no en nosotros mismos. No podemos pretender en esta situación tener la productividad de nuestra rutina habitual, ya que esto nos lleva a un estado de frustración y culpabilidad por no sentirnos identificados con cómo se supone que deberíamos llevar el confinamiento. Por ello, es necesario buscar agentes que nos motiven a hacer cosas y no ser un mueble más de nuestra casa.
“Todo esto puede motivarnos y proporcionarnos muchas ideas para no aburrirnos y mantenernos activos. Sin embargo, también puede generarnos ansiedad y frustración si no nos sentimos identificados con dichas actividades o, simplemente, porque no nos apetece hacerlas”, afirma Anna Llebaría, Coach certificada por la Asociación Española de Coaching.
Así que seas quien seas, el gamer, el tiktoker o una versión híbrida en esta cuarentena, está bien. Quédate con lo que aprendas, lo que desaprendas y bueno, quizás descubras cosas de ti que no sabías.
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