¿Un adolescente virgen puede ser terapeuta sexual? Con esta premisa comienza Sex Education, una de las series con más éxito de Netflix.
La historia gira en torno a Otis (Asa Butterfield), el personaje principal rarito que va al instituto y pasa desapercibido. Otis esconde una fobia sexual que descubre después de conocer a Maeve (Emma Mackey) y al saberse que su madre es terapeuta sexual (Gillian Anderson), montan una consulta a espaldas de los adultos para dar soluciones a los problemas y dudas que se le plantean a los adolescentes sobre sexo.
Un lenguaje juvenil que habla sin tabúes del sexo y de todas las problemáticas que rodean a esta etapa de la vida, así como las presiones sociales, los traumas, los miedos y las incontrolables ganas y dudas que viven los adolescentes a esta edad. Aunque no todo está tratado desde una visión divertida, la serie profundiza en problemáticas y situaciones delicadas, como son el aborto, el bullying, la aceptación, los diferentes modelos de familia, etc.
Interesantes relatos van surgiendo a lo largo de la trama, como es la aceptación de la homosexualidad, pero también el acoso que sufre este colectivo, así como la masturbación tanto masculina como femenina, el aborto, el travestismo o la visibilización de la diversidad. Los estándares en la sociedad no existen, ni en la personalidad ni en la sexualidad.
Todo esto aderezado con historias de amor juveniles, tramas divertidas y un lenguaje acertado que hacen de Sex Education una serie perfecta para marcarse un maratón durante esta cuarentena, ya que su segunda temporada ya está disponible en Netflix, con más risas, dramas y momentos top.
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