Un pequeño favor

Un pequeño favor: confesiones entre martinis

“Los secretos son como la margarina, fáciles de extender pero malos para el corazón”. Con esta frase premonitora comienza Un pequeño favor, la última película de Paul Feig basada en la novela homónima de Darcey Bell, A simple favor. Un largometraje que mezcla géneros como el thriller psicológico con cierto aire clásico y un sentido del humor muy negro donde las apariencias engañan.

Stephanie Smothers es una dedicada madre soltera que lleva un vlog de recetas y consejos para “mamás” cuya monótona rutina se transforma al conocer a Emily Nelson, la misteriosa y enigmática madre del amigo de su hijo. Entre martini y martini, Stephanie y Emily comparten sus secretos más turbios. Tras pedir un pequeño favor a su amiga, Emily desaparece.

Quizás la trama de Un pequeño favor no aporte nada nuevo al género de suspense. ya que puede recordar a otras películas como Perdida (David Fincher) o La chica del tren (Tate Taylor). Sin embargo, el humor ácido que destilan los personajes y algunas situaciones enganchan al espectador a la película, a veces mucho más que la necesidad de conocer qué ocurrió con Emily.

Pero sin duda, lo mejor del film es el tándem Blake Lively – Anna Kendrick, que funciona a la perfección, y que su director ha sabido exprimir al máximo, como ya hizo en películas protagonizadas por personajes femeninos como Cazafantasmas o La boda de mi mejor amiga.

Un pequeño favor
Fuente: IMDB

Dos actrices que se desenvuelven en Un pequeño favor con una química y complicidad pocas veces vista en personajes tan diferentes entre sí, y que hacen que el espectador se mantenga expectante hasta la próxima burrada que diga Emily, o la próxima confesión oculta de Stephanie.

Tanto Anna Kendrick como Blake Lively interpretan a sus personas con soltura y convicción, sacando lo mejor de ellas. Kendrick, brilla con un personaje ñoño y dulce, pero lleno de matices y un pasado oculto. Lively, se lleva toda la atención de la pantalla (incluso hasta cuando no está), con una elegancia que se contrapone a la grosería y picardía de su personaje.

Un pequeño favor
Fuente: Lionsgate

Junto a sus actrices, también llama la atención la propia BSO de la película, repleta de canciones clásicas de Serge Gainsbourg, interpretaciones de Brigitte Bardot y hasta el tema de La Mala Rodríguez, Fuerza.

La película se desarrolla ágil y entretenida, jugando con diferentes giros de guión, desde los más previsibles hasta los más surrealistas. Sin embargo, todo ese dinamismo se viene abajo en el final, que peca de excesivos giros de guión que hacen perderse al espectador hasta terminar en un final predecible y poco innovador.

Aún así, Un pequeño favor es una película que merece la pena ver.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *