Primero nos dejó en fuera de juego con Demasiadas Mujeres, canción en la que sampleaba Campanera de Joselito. Después se sacó de la manga el tema de su vida Tú me dejaste de querer, con colaboración estelar de La Húngara. Para cuando publicó Comerte entera, Puchito ya nos había dado varias pistas de por dónde iría su próximo álbum. Entre ellas, una lista de Spotify con todas sus referencias musicales. Cuatro meses después, C.Tangana nos presenta El Madrileño, uno de los álbumes más esperados del último año y que a su salida se convirtió en el álbum español con más streams en un solo día, más de cinco millones en Spotify. Y subiendo. Un giro de 360º en la carrera y figura de Pucho hacia la música popular española y latinoamericana sin renunciar a su esencia underground.
Un viaje por la música de aquí y allá
C.Tangana se ha marcado un álbum bastante disfrutón y pegadizo, aunque muy enfocado al público que quiere escuchar a Pucho en todas sus facetas y no solo la comercial. Un homenaje a la música española con la copla y la rumba como referentes, pero que también nos lleva de viaje por la música latina para conocer géneros como el corrido mexicano o el funk carioca. Un experimento que si ha Puchito le ha salido bien es en gran parte gracias a su productor y «hermano» Alizzz, que ha trabajado junto a Víctor Martínez en la producción de las canciones.
El disco arranca con los tres temas que ya conocíamos de El Madrileño: Demasiadas Mujeres, canción que mejor representa la canción española tradicional, y que sigue siendo el mejor tema del álbum; Tú me dejaste de querer, la rumbachata que ya se ha convertido en todo un himno; y Comerte entera, una bossa nova junto al brasileño Toquinho bastante pegadiza. Por otra parte tenemos Nunca Estoy del EP Bien :[, que aunque se aleje del sonido del álbum tiene sentido que este en el tracklist por samplear el Corazón Partío de Alejandro Sanz y el ¿Cómo quieres que te quiera? de Rosario Flores.
A partir de aquí, comienza un viaje de ida y vuelta de España a América Latina y viceversa. C.Tangana nos lleva de ruta por México en los temas Párteme la cara, junto al cantante Ed Maverick, y CAMBIA! con Carin León y Adriel Favela. Dos temas que a pesar de ser muy diferentes (la primera es más acústica y experimental y la segunda es un corrido mexicano) nos dejan frases claves para entender en qué momento de su carrera está Puchito («Me he cansa’o del primer puesto, ya no quiero ser mejor que еl resto» y «Me hicieron pensar que si cada noche no salía envuelto en Gucci, yo no era más que un don nadie»). Imposible olvidarnos del baladón Te Olvidaste con Omar Apollo, un bolero con cierto rollito R&B mucho más internacional. De vuelta a España nos encontramos con Ingobernable junto a los Gipsy Kings (que sorprendentemente lo está petando) y Los Tontos con Kiko Veneno, los temas más bailongos y rumberos de El Madrileño, que nos transportan directamente a las verbenas y ferias de pueblo (que buena falta nos hacen en estos momentos).
Sin duda los grandes temas del álbum son Muriendo de Envidia con Elíades Ochoa y Cuando Olvidaré. La primera podríamos bautizarla como la Safaera de C.Tangana, ya que combina tres géneros en una misma canción: empieza con un son cubano, sigue con un poco de rumba y termina en una salsa. La segunda es directamente una locura que esconde referencias al tango argentino, la bulería, la guajira cubana, el R&B (H.E.R y Jay-Z aparecen en los créditos) y la copla española con el discurso de Pepe Blanco en mitad del tema.
Entre los temas más flojos de El Madrileño estarían el remix de un Veneno con José Feliciano, que aporta más bien poco y parece metida a calzador, Nominao con Jorge Drexler y Hong Kong con Andrés Calamaro. Quizás estas últimas porque se pierde la esencia de C.Tangana, que pasa a ser el artista invitado en el mundo pop-rock de Drexler y Calamaro.
¿El mejor álbum de la música española?
Tras el lanzamiento de El Madrileño, las redes sociales se llenaron de comentarios del estilo «el mejor álbum de la historia de la música española» o «C.Tangana ha hecho más por el flamenco que Rosalía». Vamo’ a calmarno’. Es cierto que Puchito ha conseguido hacer un álbum coherente, con colaboraciones muy buenas e incluso necesarias para conseguir un proyecto redondo. Pero si lo analizamos quitando el hype que se ha creado, el álbum no suena tan vanguardista y rompedor como prometía serlo cuando salió Demasiadas Mujeres, ni supone un antes y un después en la música española. Sobre todo teniendo en cuenta que toda esta campaña de creación del personaje de El Madrileño (castizo pero contemporáneo) y la fusión de géneros ya lo hizo Rosalía hace tres años con El Mal Querer, que sí es un álbum mucho más experimental y arriesgado que este. Aún así, y salvando las diferencias, podemos decir que Pucho ha conseguido un álbum que lo lleva…
De Madrid al cielo.
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