Parece que Televisión Española ha dado con su propia “gallina de los huevos de oro” en forma de talent show. Cuando todavía estamos recuperándonos del final de Operación Triunfo (aun pendientes de la OTFiesta), la cadena pública ya ha encontrado sustituto del prime time de los lunes con Maestros de la costura. Una temática (que no formato) nunca visto en España y que se estrenó anoche como líder de la televisión con un 17% de share, o lo que es lo mismo, casi 2,3 millones de espectadores que siguieron las lágrimas, cortes y quemaduras de los concursantes que optarán a convertirse en el mejor costurero amateur de España.
Tras tres años con la licencia del programa original de Reino Unido, The Great British Sewing Bee, la productora Shine Iberia repite la misma fórmula y estructura de uno de sus programas de mayor éxito, MasterChef. En este caso, cambia el delantal y la sartén por el hilo y la aguja para seguir con su éxito en un programa que busca dar protagonismo a la industria de la moda como sector potente de la economía y desvelar al espectador el complicado y duro oficio de “modista”, que no “modisto”, tal y como apuntilló el miembro estrella del jurado, Lorenzo Caprile. Pero mejor ir por partes.
¿Cuál de nuestros aspirantes crees que será más creativo transformando la sudadera? #MaestrosDeLaCostura pic.twitter.com/YRDV1lvdy9
— Maestros de la Costura (@MaestrosCostura) February 12, 2018
En el escenario de Maestros de la costura, los fogones pasan a convertirse en mesas con cajas de costura, máquinas de coser y maniquíes, con una distribución prácticamente idéntica a lo visto en el programa de cocina. Ahora no se llaman concursantes, se les denominan aprendices. En total, 12 diseñadores amateurs que forman un casting de lo más variopinto en el que casi el 50% sienten fervientemente la fe de Dios. Aunque sin duda el programa ya ha encontrado a su estrella, Eduardo, diseñador de la Terremoto de Alcorcón, que se convirtió en el bocazas oficial del estreno. Pero de esos que tienen gracia y que consiguen dar vidilla al programa gracias a sus piques con Lorenzo Caprile.
Durante las dos horas y media de programa, los aprendices confeccionaron un vestido de fiesta inspirado en Escarlata O’Hara con las cortinas del plató, realizaron una réplica por equipos de un abrigo diseñado por Pertegaz (bajo la atenta mirada Dioni, la sobrina del diseñador) y transformaron una sudadera de algodón básica en prendas totalmente diferentes ante la presencia de la diseñadora Ana Locking. Figuras y prendas estrellas de la historia de la moda en España que igual la gran parte del público no conocía antes del estreno del programa, pero que Maestros de la costura acertó a explicar con pequeños resúmenes y rótulos sobre la confección de cada pieza y los términos utilizados en todo el proceso.
Estos son los pasos que deberán seguir nuestros aprendices para replicar el abrigo de Pertegaz en #MaestrosDeLaCostura pic.twitter.com/LZxsLI6rxP
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Tres pruebas en la que los aprendices demostraron la dificultad de imaginar una pieza, seleccionar el material y los complementos óptimos, confeccionar, cortar, coser, y hasta vestir a un maniquí, ante unos espectadores/tuiteros impresionados por el talento del casting. No tanto así el jurado, formado por Lorenzo Caprile y Maria Escoté y el reclamo millenial de la moda española, Palomo Spain. Con un solo programa, ya ha quedado claro que este va a ser “el show de Caprile”, el azote de los aprendices, y que pinta que no va a tener pelos en la lengua para ninguno. Por el contrario, Palomo Spain y Maria Escoté se ciñen mucho más al guión de apoyo a Caprile y jurado estricto, cada uno a su estilo. Porque si por algo destacó el trío fue por las duras opiniones y algunas faltas de tacto en las valoraciones a los aprendices. Vamos, como en Master Chef si seguimos con el paralelismo.
En definitiva, Maestros de la costura nos presenta un talent show más con la misma estructura y elementos a los que nos tiene acostumbrados La 1, pero con una nueva temática que aporta la novedad al formato, gracias a su carácter didáctico de cara al público general y la puesta en valor del oficio de modista. Si odias el formato “copy and paste”, este programa no es para ti. Pero si eres una mente abierta al aprendizaje por puro placer, los lunes tienes una cita entre telas, botones, hilos y dedales.
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