No es raro que Banksy revolucione de vez en cuando el mundo mediático del arte. Solo tenemos que recordar esa vez que destruyó una obra de arte en Sothebys en plena subasta. Fuese un montaje o no, la verdad es que Banksy sacó una buena tajada de esa venta, y por ello ahora nos encontramos hablado de este caso.
Fue gracias al dinero ganado en esa subasta con el que Banksy, al igual que muchos millonarios tal y como afirma en su instagram, se compró un yate. Pero no un yate cualquiera, uno transformado en un barco de rescate para inmigrantes que arriesgan su vida en el Mediterráneo en busca de una vida mejor en Europa.
Bueno, en realidad el barco ya existía, pero gracias a la donación y decoración de Banksy ha podido salir de puerto. La embarcación lleva el nombre de Louise Michel, feminista y anarquista francesa de primera mitad del siglo XIX, símbolo del movimiento obrero francés. Y como no podía ser de otra forma, está decorado con la icónica niña del globo, solo que esta vez intenta alcanzar en la cubierta del barco un flotador salvavidas.
No es inusual que Banksy cree obras artísticas con el fin de poner el foco o de intentar mejorar situaciones sociales como ya hace poco lo hizo con su particular homenaje a los sanitarios. Pero también con el conflicto Palestino, los refugiados o el racismo con el movimiento Black Lives Matter.
El barco curiosamente tiene vínculo con España. Su primera salida al mar Mediterráneo ya con este fin y este nombre se realizó desde el puerto de Burriana, Valencia. Ya en sus primeros días en alta mar, ha alcanzado su máximo aforo a bordo. Actualmente se encuentra buscando puerto seguro para desembarcar con todos los migrantes rescatados del mar.
Porque no lo olvidemos, miles de personas mueren al año en las aguas del Mar Mediterráneo. Mientras tanto, las administraciones europeas niegan ayuda o no ponen remedio a esta problemática humanitaria. Problema sobre el que Banksy, una vez más, nos hace ser conscientes.
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